¿De qué voy a hablar en este blog? pues pretendo hablar de las cosas que he ido aprendiendo a lo largo de los años, y que considero son importantes o por lo menos interesantes alrededor de la creatividad.

Voy a intentar empezar este blog de la forma más básica posible. Comenzando desde la raíz para, poco a poco, ir viajando por el mundo de la #creatividad y del #trabajoenequipo

Mi nombre es José Carlos de la Morena, fundador de Ideas Divergentes, facilitador de sesiones de Design Thinking y facilitador certificado de la metodología LEGO® SERIOUS PLAY®, y todo aquél que me conozca (quién no me conozca, pronto se dará cuenta) sabe que tengo cierta «incontinencia verbal», y que me suelo ir por las ramas a la hora de hablar de algo. Así que para todas las personas que lean este blog, haré el esfuerzo de sintetizar un pelín.

Entrando ya en materia, siempre que empiezo a hablar sobre creatividad me gusta tumbar las típicas frases de «es que yo no soy creativo/a», «es que nunca se me ocurre nada guay», «es que no tengo nada de imaginación» y todos esos pensamientos limitantes que hacen que se nos bloquee el cerebro y realmente pensemos que no podemos tener una mente creativa.

Para mí la creatividad o ser más creativo, es una #actitud.

Hay que querer ser creativo/a para poner nuestro cerebro en marcha y que nos sirva para algo. En caso contrario, siempre ocurrirá lo mismo todos los días. O peor, cuando nos suceda algo diferente a lo de todos los días, nos quedaremos estáticos y sin saber reaccionar. Esto aplica tanto a la vida personal como a la vida empresarial o laboral.

Debemos pensar en cómo hacer cosas diferentes para que sucedan cosas diferentes. Es de lógica y muy obvio, pero no todo el mundo lo tiene claro.

El caso es que no puedes tener una mente creativa si no la entrenas.

De igual manera que se entrena el arte de escribir, pintar, actuar o hacer deporte, también se puede entrenar la creatividad. Pero la pregunta clave aquí es la siguiente ¿por qué tengo que entrenar la creatividad? 

Tienes que entrenar la creatividad porque lo de siempre ya no vale

El mundo cambia, las sociedades se adaptan y las personas crecen. Hace unos años nos parecía guay pasarnos una cerveza entre varios en un festival de música. Después de la pandemia ya te lo piensas. Antes veíamos bien entrar varias personas en un ascensor. Hoy te das cuenta que prefieres dejar pasar el ascensor y subirte cuando esté vacío.

Para todas estas nuevas situaciones hace falta creatividad, porque si no, la sociedad se quedaría bloqueada.

Se podría hablar mucho de teoría de la creatividad, técnicas y consejos sobre creatividad, etc. pero aunque parezca anecdótico, lo más difícil de ser creativo es querer ser creativo. Decidir que cada día vas a pensar de forma diferente a la habitual es el verdadero reto.

Ten en cuenta que la creatividad se nos ha ido filtrando y desvaneciendo a lo largo de la vida.

Cuando éramos pequeños/as, imaginábamos mil historias con nuestros juguetes. Mezclábamos coches con muñecas y dinosaurios con ponis arcoíris, y todo era correcto. Los coches funcionaban por las paredes, volaban o incluso hablaban unos con otros, y todo estaba bien. Un oso podía quedar a charlar con un soldado y con una muñeca, y la conversación era de lo más agradable y no considerábamos que fuera extraño.

No había un filtro que limitase las mezclas de conceptos, ni considerara como error juntar elementos aparentemente inconexos. La creatividad era nuestra manera de pensar.

Más adelante, comenzamos a entender las reglas de «lo normal», y dejamos de mezclar con la intención de crear cosas nuevas. Nos encorsetamos en la idea de «lo que hay que hacer» y dejamos de hacer conexiones de diferentes contextos para ver qué resulta de esa mezcla.

Estudiamos lo que hay que estudiar, comemos lo que hay que comer, y trabajamos en lo que hay que trabajar. Correcto, pero todo es igual… ¿Qué te parece? Pues espera que ahora viene lo mejor. 

Total, que llega un día que te dicen «buscamos gente para nuestro equipo, que tenga la capacidad de resolver problemas de forma creativa». Pues muy bien, y ahora ¿Qué hago con todos estos años de «lo normal es bueno»?

Pues ahí es en dónde aparezco yo y te digo que no desesperes y que lo puedes solucionar, tomándote la creatividad como una cultura de vida.

Es decir, que no solo intentes ser creativo/a cuando haya que solucionar un problema. Esto también aplica tanto en tu vida personal como en el ámbito empresarial.

En tu día a día, intenta generar en tu mente posibles situaciones o entornos hipotéticos que te hagan pensar en diferentes «planes B». Debes estar en permanente fase Beta de tu vida y así entrenar la mejora de tus propuestas creativas. 

 

Eh aquí la respuesta a la primera pregunta ¿por qué tengo que ser creativo/a? Porque te va el futuro en ello.

Aprende a ser creativo, a imaginar otras propuestas y a probar diferentes soluciones para las mismas situaciones. Ya sea en tu trabajo, cuando vas a un restaurante o cuando haces la compra. Prueba diferentes propuestas, juégatela, piensa diferente y aprende qué es lo que te gusta y lo que no. Vive experiencias nuevas que te nutran de nueva información para, posteriormente, poder mezclarla con información de otras experiencias y crear algo nuevo e innovador.

Precisamente, el próximo post de este blog irá de algo relacionado con esto, y con más contenido sobre creatividad: Prueba y falla, pero aprendiendo.

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