Esta gran frase con la que empezamos este post es la que, hoy en día, me da de comer «Siempre se ha hecho así».
Llegas a la oficina, enciendes el ordenador, revisas qué tienes para hoy y empieza el día de la marmota. Día tras día realizas la misma rutina, supongo que con más criterio que un mono subiéndose a un árbol, pero en esencia sucede de la misma manera.
Nos acostumbramos tanto a vivir nuestro día a día de la misma forma, que ya no distinguimos una decisión de un hábito. Esto mismo (el paso de decisión a hábito) también ocurre en el mundo natural.
Una especie decide huir de los depredadores para seguir viva, por ejemplo subiéndose a las ramas de los árboles. Podrían haber decidido excavar una madriguera pero decidieron los árboles, por las vistas, por el aire fresco, por las hojas, yo qué sé. El caso es que generación tras generación, esta especie aprende a subirse a los árboles de la forma más rápida posible.
Así que pasadas unas generaciones ya no saben la razón por la que, en la actualidad, viven en los árboles. Simplemente están siempre en los árboles aunque no haya depredadores cerca. Saben que en las ramas de los árboles se mantienen con vida. Ahí están bien.
Nuestro amigo el científico Charles R. Darwin (1809-1882) ya nos informó de esto en su teoría de la selección natural. La especie que se duerme en los laureles..bye, bye.
“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”. Charles Darwin.
O te adaptas, o GAME OVER.
A estas alturas del post, te estarás preguntando qué tiene que ver Charles R. Darwin con Ideas Divergentes. Pues que esta misma «selección natural» sucede en el ámbito laboral y empresarial.
Existe un concepto llamado «adaptación al cambio» que básicamente es la competencia que nos permite modificar nuestra conducta en situaciones diferentes a las habituales. Esto nos permite ofrecer soluciones efectivas a los diferentes problemas que se nos presentan cada día.
Trabajar la adaptación al cambio desde dentro de las empresas, asegura en gran medida que una empresa pueda mantenerse «con vida», pese a los problemas a los que se tenga que enfrentar. Entrenar a tu equipo en esta competencia, prepara sus mentes para poder afrontar los cambios o modificaciones internas a las que se tenga que enfrentar la empresa.
Y no solo se puede trabajar la adaptación al cambio con los puestos de liderazgo, sino que es aconsejable trabajarla desde los puestos de empleados, ya que ayuda a que todas las secciones de la empresa aprendan a adaptarse a cualquier situación, por rocambolesca que pueda parecer.
Piensa que en cuestión de menos de tres años hemos vivido una Pandemia, guerras, huelgas, problemas de suministros, subida de precios, el reguetón…
Vamos a probar el siguiente ejercicio:
- Apunta en diferentes post-its qué cosas haces a lo largo del día.
- Pégalos en la pared y reflexiona lo siguiente por un momento
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- ¿Qué pasaría si cambiara esto?
- ¿Pasaría algo o nada?
- ¿Hay alguien más implicado en esta acción?
- ¿Si no la hago, qué pasaría después?
- ¿Qué pasaría si modifico parte de algo que hago cada día?
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- Después agrúpalos por conceptos que consideres relevantes: familiar, organización, calendario, hobbies, etc.
La reflexión que debes hacer tras realizar esta actividad es si serías capaz de prescindir o añadir post-its a esta pared. Me gustaría que hoy leas este post y mañana hicieras otra cosa diferente. Solo una, a ver qué pasa y luego me lo cuentas en los comentarios.
Si quieres saber más sobre cómo entrenar a tu equipo en adaptación al cambio, pincha en el botón de abajo y te llamo para charlar sobre el tema. No te cortes, elige un día y una hora, y yo te llamo.
¿Te atreves a hacer algo diferente por tu empresa?